Ni muerto el perro, se acaba la rabia

Venimos luchando hace muchos años, junto a compañeras y compañeros, contra las diversas formas de violencias machistas y patriarcales que se vienen dando en el sistema universitario. Tras un largo proceso, del que fuimos parte activa, se impulsó y presentó en 2016 la UNLu una propuesta de protocolo de intervención ante las distintas violencias de género. El Consejo Superior trató el tema el año pasado y modificó la idea original, en detrimento de nuestros derechos, como ocurre usualmente...

Hoy nos toca difundir una denuncia de violencia de género contra el estudiante de la carrera de historia Jacobo Mansilla, integrante de Nueva Opción, quien acosó a una compañera; y repudiar, asimismo, el accionar de dicha agrupación. Nueva Opción en ningún momento le cuestiona al acosador sus privilegios de hombre militante, ni se lo aparta de la organización como forma de resguardo tanto de la compañera acosada, como de las demás potenciales víctimas de su accionar. Por lo contrario, ante dicha denuncia, la agrupación toma la decisión de justificarlo y defenderlo, como si fuera una “víctima del patriarcado”.

Aún a sabiendas de esta situación, la organización no aleja al violento de la militancia, las aulas, la universidad y los demás ámbitos donde puede desplegar su acoso. Dicha agrupación toma la decisión de arreglarlo puertas adentro y brindar acompañamiento al agresor y no a la víctima, demostrando una vez más que no existe empatía posible con las víctimas de esta problemática. Más grave aún para una organización que se dice “revolucionaria”, han puesto en duda a la víctima, no sólo encubriendo al violento, sino también cuestionándola en su condición de mujer y como persona, atancándola y acusándola (la compañera dijo públicamente “me cuestionaron como mujer, como persona y dijeron que yo tenía varios problemas mentales“). Transformándola nuevamente en una víctima, primero por parte de Jacobo Mansilla y luego por parte de la misma organización.

Estas prácticas sólo van a terminar cuando se dejen de naturalizar y de ocultar a los machos violentos, y tomando seriamente el asunto del feminismo.

Desde nuestra organización repudiamos este y otros hechos de violencia machista y patriarcal. Son varios los casos y denuncias por violencia de este tipo que recolecta esta agrupación a lo largo de sus años de existencia y los siguen encubriendo sin tomar las medidas necesarias del caso, demostrando así que son hijos sanos del patriarcado al que no piensan hacer caer. Por eso, cualquier medida que tome Nueva Opción de aquí en más, será puro oportunismo, ya que seguirán reproduciendo estas prácticas, por lo cual afirmamos que en este caso ni muerto el perro se acabará la rabia.